Duda y proximidad

La duda no llega a donde hay sentido de proximidad. La duda necesita distancia para aparecer. No debes dudar de algo que te es querido, que está cerca de ti.

En el momento en que dudas, no te es más querido; se ha producido una distancia.

Puedes dudar de ti mismo, pero no dudes de lo tuyo.

La duda en si misma es pérdida de proximidad con uno mismo; el sentido de pertenencia, de cercanía, de intimidad son todos antídotos para la duda.